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“Ser literatura” y otros juegos de experimentación con la obra Roberto Bolaño.

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  Reflexiones a partir de una clase. Tras la explicación en clase del concepto “literatura menor”, desplegado por Deleuze y Guattari, yo pensé inmediatamente en autores como Robert Walser, Juan Carlos Onetti, el mismo Carpentier, Mario Levrero o Roberto Bolaño, entre otros. Se trata de nombres que para mí llevan etiqueta de “literarios”. Porque Kafka siempre me sugiere la palabra Literatura , con mayúsculas, como manifestación sublime del arte. En sus Diarios confiesa una aspiración que lo hace evidente. Es en una carta a su futuro suegro donde intenta justificarse: «Como no soy ni puedo ni quiero ser otra cosa que literatura, es imposible que mi actividad laboral atraiga mi interés, al contrario, más bien puede sacarme por completo de quicio». “Ser literatura” bien podría ser aquí una conquista de lo sagrado, un don. Muchos pensadores han interpretado la obra de Kafka:   Canetti, Kundera, Musil, Adorno, Benjamin y hasta Foster Wallace, cuyo ensayo, en el que habla del humor en

El efecto Walser

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  Robert Walser Berlín y el artista Traducido por: Isabel García Adánez Prólogo de: Thomas Hirschhorn Sello: Siruela.  Colección: Libros del Tiempo 392 ISBN: 978-84-18245-89-3 El efecto Walser Leer a Walser es el sosiego. Cada uno de los libros que he leído de Robert Walser han sido un bálsamo para mi estado de ánimo, han causado un efecto parecido al de sumergir la cabeza bajo el agua, cuando se hace un silencio inmediato y solo escuchamos un mutismo que paraliza. Hoy he tenido algunas ideas, todas inspiradas por la lectura de Berlín y el artista, en edición de Siruela, de nuevo un descubrimiento. El prólogo, de Thomas Hirschhorn, y el primer texto de Walser sobre el paseo por un pequeño lago han provocado un leve estremecimiento; no ha sido gran cosa, pero he recibido esta revelación como si de un gran acontecimiento se tratase. “Hace una mañana fresquita y me echo a caminar desde la gran ciudad, con su famoso gran lago, en dirección a ese lago pequeño y casi desconocido”. De nuevo a

Robert Walser. El paseo

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ROBERT WALSER (1878-1956) EL PASEO Traducción del alemán de Carlos Fortea Ed. Siruela Y por doquier, sobre todas estas cosas, el amable sol del atardecer El poeta abandona su “cuarto de los escritos”, abandona su tarea y hace una declaración de intenciones desde la primera línea:  “ Declaro que una hermosa mañana, ya no sé exactamente a qué hora, como me vino en gana dar un paseo, me planté el sombrero en la cabeza, abandoné el cuarto de los escritos o de los espíritus, y bajé la escalera para salir a buen paso a la calle.” Así, el lector le acompaña en todo el recorrido y atiende la narración del paseante, que a menudo duda, imagina, asocia, juzga y sobre todo, reflexiona, se rebate a sí mismo. Los lectores participamos y disfrutamos del paseo. Asistimos a sus encuentros, entramos en la librería, en el banco, en la oficina de correo, en casa de la señora Aebi, que invita al protagonista a comer, nos adentramos en el bosque,.. Y, a pesar de que nos sentimos desorie

El bandido. Robert Walser

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Traducción de Juan de Sola Llovet Ediciones Siruela 2ª edición 2010 El bandido es una de esas novelas extraordinarias que un día se asoman a tus ojos de lector y de pronto parecen devorarte, luego te invitan a desovillar la madeja, para quedar finalmente atrapado en sus redes. El borrador de la historia del bandido fue hallado entre los microgramas de Robert Walser (1878-1956). Se trata de series de escritos abigarrados, trazados a lápiz y en letra casi microscópica. El manuscrito aparece en un conjunto homogéneo, sin título, de 35 párrafos contenidos en 24 hojas que más tarde fueron transcritas, revisadas y datadas hacia 1925.  A este procedimiento de escritura, el propio Walser lo denominaba el sistema del lápiz, a la manera paciente y lenta de los copistas de oficina. Tal vez concibe estos escritos como un ejercicio literario, como un experimento, que le permita esconderse, desaparecer, hacerse muy muy pequeño, casi invisible, (hacerse más pequeño que un dedal)