Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Rafael Soler

"Necesito una isla grande", de Rafael Soler

Imagen
Necesito una isla grande Rafael Soler Ediciones Contrabando Enlace compra web editorial Rafael Soler (Valencia, 1947), en declaraciones a Revista Casa Mediterráneo reduce a dos palabras la esencia de un escritor:  “¿Qué es un escritor? Un escritor es una voz y una mirada.”. Y no hay duda de que el tono, el color de la voz que narra es el sello que distingue una buena historia. Es una de las claves de Necesito una isla grande : cómo está narrada. Aquí, la voz  es un rasgo de estilo en sí mismo.  La novela se abre con la muerte de Pulga, (risueño, con sordera y ataques repentinos de tristeza), uno de los miembros del grupo de amigos que conviven en una Residencia de mayores. “Al aire las encías desnudas, Pulga se había quedado sin dentadura y sin futuro”.  Lo encuentran dos de sus amigos, Tomás y Coronel, pero el grupo acoge, entre otros, a Panocha, Carmina y Rocky.  Todos los personajes de esta novela coral están tocados por un halo de ternura, de hones

Breve historia de un grito

Imagen
Los libros tienen sus propios hados. Los libros tienen su propio destino. Esto lo escribió Augusto Monterroso. Y puedo asegurar que es verdad, que no es cosa de esta pasión particular por la literatura que padezco y que me trae y me lleva de la ficción a lo real.             Sirva la siguiente anécdota como ejemplo de la vida propia de un libro que se empeñó en volver a las manos de quien lo dedicó amorosamente allá por el año 1979. Se trata de un ejemplar de la novela El grito , del narrador y poeta valenciano Rafael Soler (1947). Fue la primera de sus cuatro novelas y ahora ha sido reeditada por Servilibro. Yo compré por  Internet  el último ejemplar que quedaba de la primera edición, de segunda mano y con dedicatoria del autor. Llegó a casa bastante deteriorado, descosido y despegado de la cubierta. Venía de la Librería Maestro Gozalbo de Valencia y pareció claro que había tenido otras vidas y que ahora estaba urdiendo en silencio un reencuentro. Para Ana Tudela, fidelísi